Fuimos a pedir lo que acostumbrabamos siempre, tortilla, provoleta , ensalada y flan de postre... una lastima! porciones que se achicaron 3 veces su tamaño original (para mantener los costos) segun explico el mozo, la ensalada anunciada con higos y queso de cabar, te la debo, musica a un volumen a punto de no poder hablar en el salon de abajo y mozos extranjeros muuuuuuy inexpertos, 30 minutos esperando el flan !, lastima por su reputacion, ojala lo reviertan para poder volver...
Un gusto poder disfrutar de la comida en este lugar. Pedimos los platos del día: riquísimos, abundantes. El ambiente también es súper agradable. Volveremos.
Conozco el café los galgos desde hace 40 años.Se extraña a los antiguos dueños gallegos. Los hermanos Ramos. Ahora está todo armado al estilo gourmet.. Marketing. Es una puesta en escena, muchos mozos pero ninguno te atiende. Tenés que llamarlos vos. Les indican que digan"chicas o chicos" aún cuando se trate de gente grande. Los mozos antipáticos. Antes, un solo mozo te atendía todo el salón. No te dejan sentar en mesas de a 4 si estas solo o de a dos.y te apuran.
Fui a desayunar, después de un análisis clínico que me hice en el Instituto del Callao, que está enfrente-. El café con leche con las dos medialunas estaba bueno, sin duda, pero no daba para cobrar $ 75. Y las mozas parecen ser muy principiantes. Eso se resuelve con el tiempo, claro. Por ejemplo, no tienen el reflejo de limpiar las mesas cada vez que se levantan los comensales. Me senté en una me senté en una mesa .llena de miguitas, si no le decía que la limpiaran, desayunaba así...
Me alegra cuando se recuperan estos espacios emblemáticos. Sin embargo, nuestra experiencia fue pésima. Nos tomaron el pedido: dos cervezas, un agua, un matambrito y un revuelto gramajo, con la aclaración de que no tuviera jamón, pollo o nada de carne. Tardaron 20 min para traer las cervezas, media hora más para el agua, unos 20 min (ya vamos por más de 1 hora) para los platos y, obviamente, el revuelto vino con panceta. Otra media hora para que me trajeran uno nuevo. No vuelvo más
Quedo impecable la puesta en valor del bar ícono de Bs.As. Pero como tantos bares y restó pecan del ruido infernal que provoca la charla de los comensales que no se puede hablar con quien está uno compartiendo la mesa. Es muy importante que se busque como mejorar la acústica de estos lugares donde uno va a disfrutar.
Muy rica la comida y buena atención de las mozas. Los precios son altos, quizás demasiado para el tipo de comida "popular" que ofrecen. Los tragos son ricos pero también caros. Entraña, hígado, una copa de vino y un cynar julep 800 pesos. Un poco mucho. Volvería a probar la lasaña de conejo, pero es un lugar para ir muy de vez en cuando si el dinero no abunda.
Los Galgos es uno de los bares notables de la ciudad y decidimos ir a merendar para probar sus famosos tostados. El ambiente es clásico, la atención buena y la comida normal.
Fuimos a pedir lo que acostumbrabamos siempre, tortilla, provoleta , ensalada y flan de postre... una lastima! porciones que se achicaron 3 veces su tamaño original (para mantener los costos) segun explico el mozo, la ensalada anunciada con higos y queso de cabar, te la debo, musica a un volumen a punto de no poder hablar en el salon de abajo y mozos extranjeros muuuuuuy inexpertos, 30 minutos esperando el flan !, lastima por su reputacion, ojala lo reviertan para poder volver...
Un gusto poder disfrutar de la comida en este lugar. Pedimos los platos del día: riquísimos, abundantes. El ambiente también es súper agradable. Volveremos.
Conozco el café los galgos desde hace 40 años.Se extraña a los antiguos dueños gallegos. Los hermanos Ramos. Ahora está todo armado al estilo gourmet.. Marketing. Es una puesta en escena, muchos mozos pero ninguno te atiende. Tenés que llamarlos vos. Les indican que digan"chicas o chicos" aún cuando se trate de gente grande. Los mozos antipáticos. Antes, un solo mozo te atendía todo el salón. No te dejan sentar en mesas de a 4 si estas solo o de a dos.y te apuran.
Fui a desayunar, después de un análisis clínico que me hice en el Instituto del Callao, que está enfrente-. El café con leche con las dos medialunas estaba bueno, sin duda, pero no daba para cobrar $ 75. Y las mozas parecen ser muy principiantes. Eso se resuelve con el tiempo, claro. Por ejemplo, no tienen el reflejo de limpiar las mesas cada vez que se levantan los comensales. Me senté en una me senté en una mesa .llena de miguitas, si no le decía que la limpiaran, desayunaba así...
Me alegra cuando se recuperan estos espacios emblemáticos. Sin embargo, nuestra experiencia fue pésima. Nos tomaron el pedido: dos cervezas, un agua, un matambrito y un revuelto gramajo, con la aclaración de que no tuviera jamón, pollo o nada de carne. Tardaron 20 min para traer las cervezas, media hora más para el agua, unos 20 min (ya vamos por más de 1 hora) para los platos y, obviamente, el revuelto vino con panceta. Otra media hora para que me trajeran uno nuevo. No vuelvo más
Quedo impecable la puesta en valor del bar ícono de Bs.As. Pero como tantos bares y restó pecan del ruido infernal que provoca la charla de los comensales que no se puede hablar con quien está uno compartiendo la mesa. Es muy importante que se busque como mejorar la acústica de estos lugares donde uno va a disfrutar.
Muy rica la comida y buena atención de las mozas. Los precios son altos, quizás demasiado para el tipo de comida "popular" que ofrecen. Los tragos son ricos pero también caros. Entraña, hígado, una copa de vino y un cynar julep 800 pesos. Un poco mucho. Volvería a probar la lasaña de conejo, pero es un lugar para ir muy de vez en cuando si el dinero no abunda.
Muy mala la atencion de las camareras. Muy mala onda y modales.
Comida, tragos y precios muy buenos.
Pedí los fideos a los 3 huevos con berberechos. Excelente. Tuvimos la suerte de tomar tremendos tragos y escuchar lindisimos tangos. Fascinante
Los Galgos es uno de los bares notables de la ciudad y decidimos ir a merendar para probar sus famosos tostados. El ambiente es clásico, la atención buena y la comida normal.