Lo recomiendo para gente de 50 años para arriba, por el servicio y la ambientación. Yo fui con mi novio a tomar el clásico té de las 5. Pero vimos salir tragos con canapés bien servidos. El camarero súper atento a todo, muy descontracturado (al revés de como uno se imagina en un hotel de lujo). La calidad de la pastelería buena pero nada deslumbrante, sí muy abundante. El lugar necesita un refresh. La alfombra está un poco deteriorada y hay olor a humedad en algunos sectores del bar.
Bar tradicional de hotel, muy elegante pero nada pretencioso, el personal es de la amabilidad y camaradería propia de las buenas barras . Excelentes tragos, me sorprendió el Tango Martini! muy bueno el pisco sour y un trago de pomelo y menta que me preparó especialmente el bartender. Sirven unos bocaditos y papas, volveré a probar la hamburguesa y el sandwich de lomo.
Lo recomiendo para gente de 50 años para arriba, por el servicio y la ambientación. Yo fui con mi novio a tomar el clásico té de las 5. Pero vimos salir tragos con canapés bien servidos. El camarero súper atento a todo, muy descontracturado (al revés de como uno se imagina en un hotel de lujo). La calidad de la pastelería buena pero nada deslumbrante, sí muy abundante. El lugar necesita un refresh. La alfombra está un poco deteriorada y hay olor a humedad en algunos sectores del bar.
Bar tradicional de hotel, muy elegante pero nada pretencioso, el personal es de la amabilidad y camaradería propia de las buenas barras . Excelentes tragos, me sorprendió el Tango Martini! muy bueno el pisco sour y un trago de pomelo y menta que me preparó especialmente el bartender. Sirven unos bocaditos y papas, volveré a probar la hamburguesa y el sandwich de lomo.